El oficio de herrero era, en los pequeños pueblos, varios oficios a un tiempo: calderero, forjador, cerrajero, todos los del sector del metal, en realidad. La fragua, el taller, requería de una inversión considerable y el aprendizaje de las técnicas era tarea de muchos años, de modo que disponer de herrería era un signo de distinción para cualquier pueblo. La fabricación y reparación de aperos de labranza y herrajes ocupaban el grueso del trabajo de los herreros rurales.
Útiles usados en la herrería